Relato del sumiso de Dama…

La puerta se cierra a mi espalda al tiempo que oigo su voz firme… —No sigas andando. Quiero que te desvistas ¡Ya!  Sus deseos son órdenes y pronto mi camisa, pantalones y calzoncillos están amontonados en el suelo a mis pies. Se acerca por detrás y me empuja por la espalda hasta ponerme de caraVer más ⟶

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso.    Más información
Privacidad